El Secretario General de UGT, Pepe Álvarez, interviene en la Cumbre Internacional de Valencia sobre la Jornada de 4 Días
Fuente: UGT Confederal
Una cumbre en la que ha afirmado que la jornada de 32 horas de trabajo semanales “es posible gracias a los avances tecnológicos y es beneficioso para las personas trabajadoras en términos de conciliación, igualdad, distribución del trabajo y bienestar emocional”.
“Es fundamental repartir el tiempo de trabajo entre todos”, ha señalado, “lo que permitirá crear puestos de trabajo y reducir el paro estructural, con el fin de mejorar el equilibrio entre la vida personal y la laboral”.
Para Pepe Álvarez, “la pandemia ha hecho repensar las formas y los modelos de trabajo, de producción y de productividad; pero también ha puesto el foco en el modelo de vida individual y colectivo al que nos vemos sometidos. La crisis de la COVID y ahora la recuperación deben darse a través de la mejora del bienestar de la ciudadanía y de los trabajadores y trabajadoras en toda la Unión Europea. Se trata de una ocasión única para pensar en la reorganización del trabajo de manera diferente con base a qué modelo de sociedad europea queremos para nuestros trabajadores y trabajadoras”.
En este sentido, en la actualidad, ha recordado que “el hecho de tener un mayor volumen de carga de trabajo impide que las personas trabajadoras puedan desarrollar un proyecto de vida digno. Con una alta tasa de paro estructural, necesitamos generar una redistribución del empleo y de la carga de trabajo en los hogares, potenciando la conciliación”.
Una nueva organización del tiempo de trabajo que “debe incluir un análisis de perspectiva de género. En este punto también hemos de incidir en una potencial reducción de la brecha salarial. El efecto es claro y es que la reducción de la jornada semanal a 32 horas reduciría la brecha salarial y de pensiones, por lo que resulta imprescindible que esta jornada entre en vigor lo antes posible. Es de justicia para las personas trabajadoras”.
La jornada laboral de 32 horas semanales es imprescindible para avanzar en derechos