El Secretario General de UGT, Pepe Álvarez, interviene en la clausura del acto de presentación del Anuario 2022 de UPA-UGT sobre “Agricultura y Ganadería familiar en España” y de entrega de los “Premios de la Fundación Estudios Rurales”
Un acto en el que la Fundación de Estudios Rurales ha concedido los premios “Orgullo Rural” al agricultor e influencer conquense Rodrigo Carrillo, más conocido como “Tractorista de Castilla”; al sindicalista agrario palentino Domiciano Pastor y a la trabajadora de UPA-UCE Extremadura Isabel Alcalá, recientemente fallecida. Además, ha otorgado el Premio “Esteban López Plaza” de periodismo y comunicación, a los periodistas Xosé Hermida y Xosé Precedo; el Premio Fundación de Estudios Rurales de Cultura, al actor y director José Sacristán; el Premio de Política, Economía y Ciencias Sociales 2022, a la eurodiputada Clara Aguilera; y el Premio Especial 2022 a Joaquín Terán Carrasco, fotógrafo y periodista gráfico especializado en el sector agrario y alimentario.
Para Pepe Álvarez, la agricultura y ganadería “está en un momento de encrucijada. Los desequilibrios de la cadena alimentaria, durante años, ha convertido a las explotaciones familiares en rehenes de altos costes de producción y bajos precios. El reconocimiento de la agricultura y de los profesionales está mejor que hace unos años. La ciudadanía reconoce la necesidad de la agricultura y hemos acallado las voces ultraliberales que gritaban contra la PAC y las subvenciones a este sector hasta hace no mucho”.
En este sentido, ha afirmado que “la reforma laboral ha ayudado a mejorar las condiciones de trabajo en el campo y a dar vida a la España vaciada”, pero ha considerado “fundamental aprobar la Ley de la Cadena Alimentaria, que introduce elementos obligatorios como que no pueda haber operaciones que no cubran los costes de producción, que el agricultor o ganadero no pueda sobrar menos de lo que le cuesta producirlo”.
Además, ha señalado la necesidad de “llenar la España vaciada con proyectos sostenibles para todos los sectores, incorporando a los jóvenes y a las mujeres en el mundo rural; reconocer el trabajo del campo con mejores contratos y salarios; e impulsar ayudas públicas a quién más las necesita para proteger la explotación familiar y para que la producción agraria esté pegada a la tierra y a los valores rurales de este país”.
Noticia de UGT Confederal