La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores condena el intento de atentado sufrido durante la pasada noche en Buenos Aires hacia la ex presidenta de Argentina, y actual vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, que supone un acto de violencia de extrema gravedad y sin precedentes en las últimas décadas en el país sudamericano
Además, el sindicato condena las estrategias de promoción del odio y persecución contra la actual vicepresidenta argentina. Si bien el intento de asesinato significa una escalada inédita en la historia reciente de Argentina, la persecución política a la que Cristina Fernández de Kirchner viene siendo sometida desde hace años, por parte de sectores judiciales, mediáticos, económicos y políticos del país, implica un antecedente fundamental en la generación de violencia y odio contra dirigentes populares en el país y, especialmente, contra la ex presidenta. Al igual que sucedió en diferentes países de la región en los últimos tiempos, la demonización de dirigentes políticos progresistas ha ido acompañada de estrategias de amplia difusión del odio a través de grandes medios de comunicación y de la utilización espuria de mecanismos institucionales y judiciales para la persecución y proscripción política.
El caso del atentado contra Cristina Fernández de Kirchner es una nueva prueba de la importancia del respeto al correcto funcionamiento de las instituciones del estado de derecho y los procedimientos democráticos, pero además de necesidad de la asunción de responsabilidades democráticas por parte de todos los sectores de la sociedad, incluyendo a las organizaciones políticas, la sociedad civil y los medios de comunicación. La propagación del odio atenta no solo contra las personas sino también contra la propia supervivencia de la democracia y no hay ningún país del mundo que se encuentre completamente a salvo de esto.
UGT envía su solidaridad a todas las movilizaciones convocadas en repudio al intento de magnicidio. UGT apoya a las tres principales centrales sindicales de Argentina; la CGT, la CTA de los trabajadores y la CTA Autónoma, que anunciaron su participación en los actos de apoyo a la vicepresidenta y en rechazo a la violencia.