La reforma laboral ha reducido la fraudulenta temporalidad en nuestro país

Los datos de paro del mes de abril reflejan una nueva bajada del paro y un nuevo récord de afiliación a la Seguridad Social


Los datos de paro publicados hoy por el Servicio Público de Empleo (SEPE) han contabilizado un descenso de 73.890 personas desempleadas en el mes de abril. Con respecto al año anterior, el paro también se reduce en 234.133 personas, situándose en un total de 2.788.370, el dato más bajo en un mes de abril desde 2008. Por su parte, la afiliación ha crecido este mes en 238.437 personas, siendo el mayor aumento mensual de afiliados de toda la serie histórica, volviendo a registrar un nuevo récord absoluto (20.614.989).

Un mes más, hay que destacar la positiva influencia de la reforma laboral en el mercado de trabajo, con un dinamismo del empleo gracias a la contratación indefinida, de manera que el 45,8% del total de contratos firmados en abril fueron indefinidos. Esto es, 530.537 contratos indefinidos de un total de 1.157.316 contratos registrados. No olvidemos que, antes de la pandemia y la reforma laboral, apenas uno de cada diez contratos era indefinido, siendo el resto contratos temporales con precarias condiciones laborales.

Una cuestión que cambió tras la entrada en vigor de la reforma, ya que la contratación temporal ha ido reduciendo su importancia hasta situarse en mínimos históricos. Concretamente, en abril, la tasa de temporalidad de la afiliación se mantiene en el mínimo histórico del 14%, más de la mitad de la existente antes de la reforma (30%); siendo también muy relevante la caída de la temporalidad en los jóvenes, que pasa del 53% al 21% en el mismo periodo. Se confirma así un mes más el éxito de la nueva norma para cumplir con su principal objetivo: reducir la excesiva y fraudulenta temporalidad de nuestro mercado laboral.

Aún existen deficiencias en el mercado de trabajo

Para UGT, estos resultados históricos no deben distraernos, sin embargo, de aquellos otros aspectos del empleo que aún tienen que cambiar. Uno de ellos es la temporalidad del sector público, que según la última EPA ha ascendido al 31,3% en el primer trimestre, a diferencia de la del sector privado, que se ha reducido al 13,7%, acercándose a la existente en la Unión Europea. Esto nos advierte que, a pesar de su mejora, la temporalidad aún continúa estando presente en algunos ámbitos, como en la propia Administración Pública, que precisamente debería ser un ejemplo para el resto de sectores e incentivar la contratación estable y de calidad en sus diversos organismos.

Otra materia que debe atenderse es el desempleo de larga duración, que aún afecta a cuatro de cada diez personas desempleadas y que no tiene perspectiva de mejorar en el corto plazo. El principal motivo es la nueva Ley de Empleo, que no ha sido impulsada desde el diálogo social, y cuyo contenido no ofrece solución a las principales deficiencias de los Servicios Públicos de Empleo de nuestro país. Por ello, UGT reclama desarrollar cuanto antes aquellos artículos de la ley que permitan ampliar el presupuesto y el personal dedicado a la orientación profesional, para que las personas desempleadas puedan obtener un buen diagnóstico de sus necesidades y un itinerario personalizado que incluya la formación, los servicios y el resto de políticas de empleo necesarias para mejorar su inserción laboral.

Además, UGT demanda ampliar la cobertura del sistema de prestaciones por desempleo, pues en el mes de marzo tan sólo se beneficiaron 1.787.538 personas de una prestación, situándose la tasa de cobertura en el 66,6%, superior en 6,8 puntos a la de marzo de 2022 (59,8%), pero 13,3 puntos menos que la registrada en el mismo mes de 2010 (79,9%), cuando alcanzó su máximo histórico en circunstancias ordinarias; y abordar la reforma de las causas y el coste del despido. Para ello, y dado que el actual gobierno se niega a avanzar en esta dirección, UGT ha presentado una reclamación ante el Comité Europeo de Derechos Sociales del Consejo de Europa para que el coste del despido recupere el efecto disuasorio y de reparación del daño que nunca debió perder.

Datos principales

• Este mes el paro registrado se ha reducido en 73.890 personas, situándose en un total de 2.788.370, la cifra más baja en un mes de abril desde 2008. En términos anuales, el paro ha descendido en 234.133 personas (-7,8%).

• En este mes las mujeres registradas como desempleadas descienden en 38.756 respecto a marzo, mientras que los hombres lo hacen en 35.134. En términos anuales, el desempleo femenino se reduce en 108.818 mujeres (-6,1%) y el masculino en 125.315 hombres (-10,2%). Con estas cifras, las mujeres representan el 60% de las personas en desempleo.

• El desempleo entre los menores de 25 años se reduce en 19.848 jóvenes (-9,2%) y se sitúa en su mínimo histórico, registrando un total de 195.251. En términos interanuales, el desempleo juvenil ha descendido un 12% (26.642 jóvenes desempleados menos).

• En lo que se refiere a los trabajadores extranjeros, el número de parados registrados desciende en abril en 9.981 personas; situándose en un total de 362.934 personas extranjeras desempleadas. En términos anuales, se observa un descenso del 4,5%, lo que implica 16,317 trabajadores extranjeros desempleados menos.

• Con respecto al mes anterior, se registra un descenso del paro registrado en todos los sectores: hay 4.296 personas paradas menos en la agricultura (-3,8%), 5.3914 menos en la industria (-2,4%), 4.014 menos en la construcción (-1,8%) y 52.216 menos en los servicios (-2,6%). También desciende en 7.973 personas el paro en el colectivo sin empleo anterior (3,1%).

• El número de personas afiliadas a la Seguridad Social ascendió en abril en 238.437 personas, el mayor incremento mensual de toda la serie histórica, alcanzando la cifra récord de 20.614.989 personas afiliadas. Así, el crecimiento del empleo se acelera por tercer mes consecutivo, registrando un crecimiento interanual del 3%, el mayor desde octubre de 2022.

• La variación desestacionalizada muestra un aumento de 128.824 afiliados más y alcanza las 20.661.195 personas, superando en casi 1,2 millones de personas el número de afiliados que existía antes del inicio de la pandemia (febrero 2020). Se trata del mejor abril desde que hay registros. Además, la tasa de temporalidad de las personas afiliadas a la Seguridad Social se sitúa en el 14%, mientras que antes de la reforma laboral la media era del 30%.

• El volumen del total de contratos disminuye un 20,2% anual, los temporales lo hacen un 16,6% y los indefinidos un 24,1%, debido a dos circunstancias: de un lado, a que la comparación se realiza con el mes de abril de 2022, cuando se produjo un gran incremento de la contratación indefinida con motivo de la plena entrada en vigor de la reforma laboral; de otro, a la reducción de la rotación laboral que implica ese aumento de empleo indefinido. Así, el menor número de contratos realizados supone un aspecto positivo, derivado de que el mercado laboral comienza a mostrar signos de estabilización, y lo hace además manteniendo el peso de los indefinidos sobre el total de contratos en niveles elevados (45,8%).

• La modalidad de contratación a tiempo completo supone el 56,1% del total de contratos, de los cuales el 19,4% son indefinidos. Por su parte, el 17,4% de los contratos registrados son temporales y a tiempo parcial.

• Por último, el número de beneficiarios de prestaciones se situó en marzo en 1.787.538 personas, un 1,6% más respecto al mismo mes del pasado año. Con este nivel de protección, la tasa de cobertura en el mes fue del 66,6% (6,8 puntos mayor a la del año anterior). Sin embargo, dista en 13,3 puntos porcentuales de la tasa que hubo en el máximo histórico para un mes de marzo, en circunstancias ordinarias (79,9% en 2010).

 

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