Irán ha prohibido la asistencia de la cineasta que ha estado al frente del cortometraje hispano-iraní y de su equipo al Festival Internacional de Cine de Venecia porque la actriz protagonista no lleva hiyab
Durante esta semana se ha celebrado el Festival Internacional de Cine de Venecia. Son numerosas las obras de gran reconocimiento que se proyectan en la Biennale de Venecia, muchas de ellas con un potente mensaje social. Es el caso de Ajar, cortometraje español dirigido por la iraní Atefeh Jalali. Sin embargo, Irán ha prohibido la asistencia de su directora alegando entre otras razones que en el cortometraje “la actriz no utiliza hijab”, una nueva muestra del autoritarismo del régimen teocrático iraní. Así, Ajar, el único cortometraje hispano-iraní en la presente edición de Biennale, no contará con la presencia de su directora y elenco en tan importante cita, tras la negativa de Irán a autorizar el viaje a Venecia.
Atefeh Jalali, nacida en 1985 en Irán, tiene un máster en Inteligencia Artificial y una formación en guion y dirección en el prestigioso Karnameh Institute. Ajar marca su debut como directora y, a través de esta película, busca desafiar la representación estereotipada de las mujeres en el cine. Jalali destaca en el corto, en cambio, el profundo impacto del movimiento “Mujeres, Vida, Libertad”, subrayando la fuerza, resiliencia e importancia de la solidaridad en la superación de las adversidades.
La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT) celebró el año pasado el Primer Aniversario de este movimiento junto a la Asociación Iraní Pro-Derechos Humanos. Las manifestaciones que lo impulsaron, inspiradas por el asesinato a manos de las fuerzas del Estado de Masha Amini, una joven mujer que fue torturada por no utilizar el velo correctamente, supusieron un verdadero reto al régimen.
Solo una brutal represión y uso de la violación lograron paralizar este movimiento social, que, sin embargo, sigue vivo como nos demuestran expresiones culturales como Ajar. Y es que la realidad es que las mujeres iraníes están decididas a transformar un Estado que las desprecia, tortura y asesina por el simple hecho de ser mujeres.
“Ajar es más que una película; es una declaración”, afirma Jalali. “Eleva la conciencia, inspira cambios y promueve la empatía, mostrando la fuerza y la resiliencia de las mujeres que se niegan a ser definidas por sus dificultades y eligen crecer más allá de ellas”, añade.
Ajar cuenta la historia de una mujer y un hombre involucrados en una relación extramatrimonial que pasan la noche juntos en la casa de ella. Sin embargo, su relación da un giro inesperado cuando la esposa del hombre es arrestada durante las protestas esa misma noche. Aunque la esposa nunca aparece en pantalla, su presencia se siente profundamente, lo que lleva a la protagonista a replantearse su vida y alejarse de un camino hedonista. La película aborda temas como la culpa, la resiliencia y el poder transformador de la solidaridad de las mujeres.
La UGT quiere mandar un mensaje de apoyo a la directora y el elenco de Ajar, y sobre todo reconocer su enorme valentía para mostrar una compleja realidad con el único objetivo de construir un Irán más justo para las mujeres. El sindicato condena esta nueva injerencia de Irán, que como las anteriores no va a poder frenar el sentimiento transformador que recorre a este pueblo. También es pertinente valorar la valentía de la productora española, Filmakers Monkeys (Néstor López y Pilar Sancho) que junto a la iraní Hadish Media han abordado una cuestión de este calado y realizado un corto con este gran contenido social, que estamos seguros de que volverá a demostrar cuál es el verdadero sentir general del pueblo iraní, especialmente de sus mujeres.
