UGT celebra el acuerdo para el alto el fuego entre Israel y Hamás

El sindicato considera que esta noticia es la mejor de las posibles para un pueblo que sigue sufriendo a diario el horror de una matanza que ni debe ni puede quedar impune y se alegra de la liberación de los rehenes

16/01/2024

Tras 15 meses de permanentes ataques del Ejército israelí, que han costado la vida de más de 45.000 personas y que pudieran ser constitutivos de crímenes de guerra y de genocidio, este miércoles se anunció un acuerdo de alto el fuego temporal entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza. La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT) celebra este primer paso para una paz definitiva.

El acuerdo, patrocinado por EEUU, Egipto y Qatar, no ha sido revelado oficialmente y faltan aún detalles para hacer un análisis exhaustivo del mismo. De él se sabe que incluye la liberación por parte de Israel de prisioneros palestinos a cambio de la devolución de un grupo de los rehenes capturados el 7 de octubre de 2024 por Hamas. A cambio, se garantiza un alto al fuego de seis semanas que, según algunos expertos y observando la actitud de algunos Estados, pudiera ser el prolegómeno de un anuncio de paz en la franja. Este pondría fin a la espiral de violencia y ataques indiscriminados que inició el Gobierno ultraderechista de Benjamin Netanyahu tras los ataques de Hamás. De ser así, los centenares de miles de palestinos que fueron obligados a abandonar su hogar podrían regresar a su territorio, aunque lamentablemente sus casas, como las mínimas infraestructuras, ya no existan.

Además de la pérdida de vidas humanas y la destrucción de un país, este conflicto ha tenido importantes consecuencias en la región, alguna de las cuales no pueden ser aún vislumbradas. Entre ellas hay que apuntar a los masivos ataques e invasión de Israel al Líbano, la escalada militar entre Israel e Irán (que de facto fue atacado) o el fin del régimen de Bashar el Asad en Siria, de manera que puede afirmarse que estos 15 meses han transformado la situación de Oriente Medio de una forma severa. Los claros perdedores son la clase trabajadora de la región, que ha sido desprovista de su medio de vida, sus recursos, sus infraestructuras vitales y en muchos de los casos su propia vida y de la de sus familiares. Aunque la mayor parte de los análisis geopolíticos se abordan desde los juegos de poder, las actuaciones de distintos países y actores, intereses comunes y las diferencias, UGT quiere reiterar que si hay cambios significativos son siempre en las vidas de las y los trabajadores, que pagan siempre los costes más elevados frente a las también elevadas ganancias de unos pocos.

También en estos meses hemos visto un cambio de posición histórico del Gobierno de España culminado con el reconocimiento del Estado de Palestina, un paso clave que no sólo hace justicia, sino que restaña la maltrecha salud del derecho internacional. La única solución posible, la de los dos Estados de hecho. UGT anima al Gobierno de España y a todos los que han dado el mismo paso a seguir posicionándose en el marco internacional como un defensor de la libertad y de la democracia y a trabajar para que este alto al fuego real, definitivo y se consolide en forma de derechos para las y los palestinos.

Aunque por desgracia este alto al fuego no significa el fin de conflicto político israelí-palestino ni garantiza que con él se concluyan también los ataques de Hamás, como UGT viene defendiendo desde hace décadas, la solución no tiene otra vía que la diplomática, la que respete la libertad y el derecho a existir del pueblo palestino y la seguridad de las personas que viven en Israel. UGT ha exigido siempre la necesidad de un alto al fuego de forma urgente tanto de forma individual como integrante de Plataformas como la del “Reconocimiento del Estado Palestino” y “Libertad para Palestina”, así como promotora de las resoluciones de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) y la Confederación Sindical Internacional.

A fecha de hoy, el Gobierno de Israel ha suspendido la votación sobre el alto el fuego, tras acusar a Hamás de haber modificado los términos del acuerdo, y la situación internacional, más allá de Gaza, sigue siendo volátil. Todo esto obliga a ser más precavido que de costumbre sobre el significado real y práctico del acuerdo. Pero es también cierto que la noticia de la tregua así como la de la liberación de rehenes es, en sí misma, la mejor de las posibles para un pueblo y una población civil que sigue sufriendo a diario el horror de una matanza que ni debe ni puede quedar impune. 

 

Noticia de UGT Confederal