Los hogares españoles siguen empobreciéndose a costa de la subida de precios

Los datos publicados hoy por el INE, correspondientes a la Encuesta Anual de Estructura Salarial de 2021, reflejan un incremento de los salarios ligado a la recuperación que mostró la economía española tras la pandemia, pero insuficiente para la gran crisis de precios que se inició a mediados del año y que aún hoy continúa mermando la capacidad adquisitiva de la clase trabajadora de nuestro país


Es imprescindible aumentar los salarios de manera inmediata. El salario medio se situó en 2021 en 25.896 euros, aumentando un 2,9% con respecto a 2020, de modo que, como la inflación media fue del 3,1%, el poder adquisitivo de los salarios se redujo dos décimas. Además, hay que tener en cuenta que el salario anual más frecuente en España es un 28,5% inferior al medio, situándose en el año 2021 en 18.503 euros brutos. De este modo, el salario neto, es decir, descontando las cotizaciones a la Seguridad Social y las retenciones del IRPF, se sitúa en torno a 1.100 euros al mes, insuficiente para hacer frente al fuerte encarecimiento del precio de productos tan básicos como la energía, los alimentos y la vivienda.

Por su parte, analizando los salarios por tipo de contrato, se observa que la ganancia salarial de las personas trabajadoras con contrato indefinido se situó en 27.228 euros, mientras que el de aquellas con contrato determinado fue de 19.842 euros, un 27,1% inferior a las primeras. Para UGT, esto pone de manifiesto que la calidad de los contratos que se firman influye, y mucho, en la remuneración salarial de las personas trabajadoras. Por ello, el sindicato considera que la reforma laboral de 2021, que nace con el objetivo de reducir la excesiva temporalidad e incentivar la contratación indefinida, tendrá también un papel decisivo para reducir la precariedad salarial que a día de hoy aún sufren miles de hogares en nuestro país.

Los datos ponen de manifiesto cómo la senda de crecimiento del SMI ha disminuido los niveles de desigualdad existentes. Así, el coeficiente de Gini, el indicador más utilizado para medir la desigualdad de ingresos, ha disminuido en 1,3 puntos desde 2018, alcanzando en 2021 un valor de 33,1 puntos, el valor más bajo desde el año 2009.

Además, UGT resalta que la brecha salarial de género sigue siendo muy elevada, concretamente, de un 18,4% en 2021 (23.175 euros al mes de media para las mujeres, frente a 28.388 euros para los hombres). Esto supone un descenso de 3 décimas respecto al año anterior, una reducción mínima que demuestra que aún hay mucho camino por recorrer hasta acabar con la discriminación distributiva.

Por ello, la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores considera imprescindible seguir aumentando el SMI, que beneficia sobre todo a mujeres, y hacer que se cumpla la normativa reglamentaria de los planes de igualdad e igualdad retributiva en los centros de trabajo. En el mismo sentido, para UGT es muy relevante el necesario despliegue pleno de los criterios acordados en el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva, que deben consolidar una senda de aumentos salariales compatible con un crecimiento más sólido y equilibrado en el tiempo, que impulse la calidad de vida de la población y continúe reduciendo los niveles de desigualdad existentes.

 

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