Es necesario tomar medidas que pongan tope a los cuantiosos beneficios registrados por algunas empresas que están tensionando los precios
13/06/2023.- Los datos del IPC de mayo, publicado hoy por el INE, sitúan la inflación anual en un 3,2%, 9 décimas menos que en abril. Continúa así la desescalada del nivel general de precios como consecuencia de la moderación paulatina de los mercados energéticos. Por su parte, la tasa subyacente, que recoge la inflación de componente estructural, disminuye en menor proporción, 5 décimas menos respecto al mes anterior, alcanzando una variación anual del 6,1%. A pesar de este descenso, se siguen registrando cotas elevadas debido al alza persistente del precio de los alimentos. Así, en este mes destaca el incremento anual de productos básicos como el azúcar (46,3%), la mantequilla (25,2%), el aceite de oliva (24,7%) o la leche (23,6%).
Esto demuestra cómo parte del tejido empresarial sigue manteniendo unos márgenes de beneficio elevados, aprovechando la falta de competencia y el poder de mercado en algunos sectores para fijar precios desorbitados, como venimos denunciando desde UGT. Así lo han alertado también instituciones como el Banco Central Europeo o el Banco de España, sumándose recientemente a esta la lista la propia OCDE, que en el informe semestral sobre perspectivas económicas presentado la semana pasada, señalaba a España como el país donde más han contribuido los márgenes empresariales al incremento de la inflación.
Por ello, es necesario tomar medidas que pongan tope a los cuantiosos beneficios registrados por algunas empresas que están tensionando los precios, reequilibrando así el coste de la crisis inflacionista, que hasta ahora ha recaído, casi en su totalidad, sobre los hombros de la clase trabajadora. El anunciado Observatorio de márgenes empresariales deberá convertirse en una herramienta útil para aportar transparencia sobre el comportamiento de las empresas en la formación de precios, facilitando con ello el diseño de políticas públicas que atajen con eficacia los brotes inflacionistas y promuevan una mejor distribución de la renta.
Por último, cabe recordar que las subidas salariales acordadas en lo que llevamos de año (3,3% de promedio) siguen situándose por debajo de la inflación media (actualmente en un 4,5%). En consecuencia, es necesario trasladar los incrementos acordados en el nuevo AENC 2023-2025 a los convenios colectivos pendientes de firma, que para este ejercicio establece un aumento del 4% con cláusula de revisión de un 1% adicional, protegiendo así el poder adquisitivo de las familias trabajadoras y contribuyendo con ello al reforzamiento del consumo y la senda de crecimiento económico en nuestro país.