La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores se solidariza con la huelga general convocada por la Confederación sindical israelí Histadrut en contra de la reforma judicial anunciada por el Ejecutivo de aquel país y que el sindicato considera antidemocrática.
El Presidente de Israel, el derechista Benjamin Netanyahu, ha anunciado una reforma judicial que pretende limitar el poder de la Corte Suprema concentrando facultades en el Ejecutivo y, con ello, debilitar la separación de poderes, en lo que muchos analistas ven una profundización hacia el autoritarismo y la radicalización. La Corte Suprema, el órgano del poder judicial que ha frenado nuevos asentamientos de Israel en Cisjordania o paralizado algunas leyes que sentenció discriminatorias contra la población árabe o personas LGTBIQ+, es una de las últimas barreras de defensa de las minorías que existen en aquel país.
Esta huelga, el aumento de la protesta, dimisiones de ministros, apoyos de reservistas, fuerzas sindicales, etc. quiere impedir que esta reforma judicial, un ítem más de la delicada situación de crisis política y deriva autoritaria de los últimos años, trufada de repeticiones electorales, crecimiento de la extrema derecha, o la muy controvertida y criticada Ley Estado-Nación.
Histadrut ha hecho, en repetidas ocasiones, una llamada al diálogo y al consenso ante la profunda crisis política durante los últimos años y muy significativamente desde que se formase el actual gobierno, coalición de partidos de derecha, extrema derecha y de radicalismo religioso, que según alertan muchas fuerzas están poniendo en un brete a la democracia israelí. Se teme que Netanyahu, que está siendo parte de un proceso judicial por corrupción, no solo pretende tomar todos los poderes de la Corte Suprema por cuestiones políticas sino también para poder desarticular al poder judicial que podría llevarlo a prisión. ‘¡Basta ya! Estamos muy preocupados sobre el futuro de Israel”, ha declarado el secretario general del Histadrut, Arnon Bar-David. “hemos perdido el norte. No podemos seguir polarizando a la población’.
UGT se suma a la petición del Histadrut y de las fuerzas democráticas y progresistas israelíes para que se retire la reforma y exigir el total respeto al Derecho Internacional y sus mandatos y a la defensa de las minorías, evitando su discriminación, ya sea por razón de sexo, orientación sexual, etnia, credo, origen, etc. y, como ha declarado el máximo responsable de la Confederación Sindical de Israel, “frenar la locura” del Gobierno.
