La ultraderecha internacional se ha dado cita en Madrid este fin de semana, invitados por Vox. Algunos de estos líderes políticos son recogidos por su falta de escrúpulos a la hora de hablar de los colectivos más desfavorecidos, realizar políticas de claro corte neoliberal y fomentar desde las redes sociales, y en los peores casos desde las instituciones, el odio, la violencia y la discriminación.
Este año este acto ha ganado relevancia porque será la primera vez que Javier Milei, presidente de la República Argentina, acuda a España como un verdadero enemigo de la justicia social, que no está dudando en construir una sociedad donde las desigualdades socioeconómicas no se combaten desde el Estado, sino que se justifican y se agrandan a través de políticas de recorte del gasto público. Es decir, un enemigo declarado de la justicia social.
Sin embargo, no solo Milei acudirá a este ignominioso evento, también lo harán la diputada y líder de la ultraderecha francesa, Marine Le Pen, quien lidera la mayoría de encuestas para gobernar el país galo. Su discurso abiertamente racista e islamófobo ha contribuido a la rescrebación social que vive la República de Francia hoy en día. En esta inmunda delegación asistirán telemáticamente Viktor Orban (Hungría) y Giorgia Meloni (Italia), los principales gobiernos ultraderechistas de la Unión Europea. Su discurso antimigratorio, a excepción de grandes fortunas extranjeras y cuando el capital de su país reclama mano de obra barata, es el perfecto ejemplo de la ultraderecha europea actual, una herramienta más del capitalismo más salvaje.
Andre Ventura, del partido portugues Chega, también acudirá a Madrid. Cabe recordar que fue el único partido que no asistió a los actos de conmemoración de la Revolución de los Claveles, proceso político que trajo la democracia y la libertad a Portugal. La defensa de la dictadura militar y sangrienta portuguesa nos recuerda a la que hace Vox con el franquismo. Es evidente que la península ibérica tiene un grave problema político si las terceras fuerzas de sus cámaras siguen sin condenar el pasado dictatorial que, por desgracia, vivieron ambos pueblos.
La ultraderecha no es bienvenida, ni sus alianzas con el capitalismo más salvaje, ni sus políticas machistas y discriminatorias. La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT) considera que, ante este fuerte avance ultra, las organizaciones sociales y la ciudadanía debe dejar muy claro su rechazo a esta modelo de hacer política que debería estar extinto. La desinformación y la violencia verbal inundan la esfera pública de la mayoría de países. Esta es una consecuencia directa de la irrupción o regreso de la ultraderecha.
Por estos motivos expuestos, UGT junto con otras organizaciones progresistas del ámbito político sindical español y latinoamericano apoyamos la manifestación convocada por La Plaza bajo el lema de “La ultraderecha no es bienvenida”. Esta acción se llevará a cabo este sábado, 18 de mayo, a las 12:00 horas en Callao, Madrid.
Deseamos que, como defensores de la justicia social, la igualdad de derechos y de oportunidades, el pueblo madrileño lance un mensaje claro a la ultraderecha internacional, pues ellos son el retroceso, la división, la violencia y la manipulación. Un sistema democrático robusto no puede permitir contar con estos actores políticos ultras, pues como la historia nos indica su proliferación es directamente proporcional a la erosión democrática.