El sindicato reclama una norma que se oriente a proteger a estas personas de la discriminación en el acceso al empleo y durante el mismo. Las políticas activas de empleo tienen que enfocarse en las personas LGTBI que viven en situación de exclusión, como las personas trans y las más vulnerables
En la línea de lo establecido por la Comisión Europea en la Estrategia Europea LGTBI: Unión por la Igualdad 2020-2025, UGT apuesta porque las políticas activas de empleo y el diseño de las mismas, incorporen una mirada amplia de inclusividad hacia las personas LGTBI, para paliar la falta de oportunidades que enfrentan en muchos casos. Por otro lado, hay que abordar la necesidad de implementar medidas en los centros de trabajo ante las enormes tasas de discriminación que soportan las personas LGTBI, incluso de violencia, estableciendo medidas planificadas para que los centros de trabajo sean inclusivos y respetuosos con la diversidad.
Los Planes de Diversidad, que UGT ha propuesto a los grupos parlamentarios incluir como enmienda a la Ley Trans y LGTBI, así como las medidas que hemos planteado para la Ley de Empleo, permitirán avanzar hacia centros de trabajo respetuosos con la diversidad de sus trabajadores y trabajadoras, elaborando, entre otras medidas, protocolos de actuación frente a situaciones de acoso, y evitando la discriminación en procesos de selección, así como la incorporación en el diseño de políticas públicas y estrategias para la ocupación y la mejora de la empleabilidad.
La inclusión de las personas LGTBI en las políticas activas de empleo y la incorporación de una perspectiva LGTBI en los planes de empleo no vulneran en ningún caso el derecho a la intimidad de las personas y están plenamente justificadas a la luz de datos preocupantes como que más del 80% de las mujeres trans mayores 45 años se encuentra en desempleo, el 90% de las personas LGTBI considera que su orientación sexual o identidad y/o expresión de género es un problema a la hora de encontrar un trabajo y el 44% considera necesario ocultar su orientación sexual para encontrar trabajo por miedo a que esta les pueda perjudicar. En ese sentido, revelar la orientación sexual o la identidad de género no será necesario, en primer lugar porque las personas LGTBI demandantes de las políticas públicas acuden a los Servicios Sociales municipales y autonómicos en búsqueda de ayuda –sin que, en la actualidad, haya definida una estrategia para su incorporación al mercado laboral- y, en segundo lugar, porque lo que se pretende es que las políticas públicas estén orientadas a la mejora de la empleabilidad y las oportunidades, la construcción de espacios laborales inclusivos con la realidad LGTBI y la mejora de las condiciones de vida de un colectivo que ha sufrido y sufre altas tasas de vulnerabilidad y de exclusión en el acceso, así como enormes tasas de discriminación durante el empleo, lo que limita carreras profesionales que de otra forma serían de éxito.