UGT hace una apuesta clara por la paz para alcanzar el cumplimiento de la Declaración de Derechos Humanos

En el Día Internacional de los Derechos Humanos, UGT lamenta que estemos hoy más lejos de su cumplimiento real, incluyéndose los derechos laborales, uno de los derechos humanos más violados alrededor del globo

 

10-12-2024

 

Hoy, 10 de diciembre se celebra el Día Mundial de los Derechos Humanos llega en uno de los momentos más frágiles desde hace décadas: los conflictos bélicos -una realidad en la que la práctica totalidad de los derechos humanos son violados- no solo se han incrementado, sino que la guerra se está convirtiendo en la norma como método de solución de conflictos, desplazando a la diplomacia y al diálogo. No existe mayor riesgo para la preservación de los Derechos Humanos que la violencia.

El rearme es ya una realidad para la mayoría de los países y regiones del mundo, en una escalada que ya está suponiendo un aumento del gasto en armamento y seguridad y un recorte de gasto público en servicios sociales, perjudicando claramente a la clase trabajadora. 

El número de víctimas mortales ha aumentado en más de un 400% desde que comenzase el siglo XXI, evidenciando el incumplimiento de los artículos 1 y 3 de la Declaración de los Derechos humanos, que menciona el derecho a la dignidad, la vida y a la seguridad.

Esta terrible situación a nivel global es vivida en organizaciones sindicales de un sin fin de países, pues sea bajo un régimen autoritario, en medio de un conflicto bélico o con un gobierno antisindical, la situación del movimiento sindicales es extremadamente delicadas y bajo continua amenaza. El Artículo 20 de la Declaración de Derechos Humanos esclarece que todas las personas tienen derecho a la participación en asociaciones pacíficas, por lo que atacar al sindicalismo es violar de forma directa o indirecta la declaración de Naciones Unidas.

El informe de Derechos Humanos de la Confederación Sindical Internacional (CSI) de 2024 destaca algunos datos como la constricción del derecho a la libertad de expresión y asociación (que se ha visto reducido o violado en el 43% de los países, aumentando la cifra del informe de 2023) o la prohibición o restricciones a la sindicación (que afecta al 74% de la clase trabajadora -o lo que es lo mismo: tres cuartas partes de los países del mundo violan este derecho), de manera que si en 2023, sesenta y nueve países detenían a sindicalistas por el simple hecho de hacer las laborales de defensa y representación de los y las trabajadoras, en 2024 ya son setenta y cuatro los países que atacan a sindicalistas, deteniéndolos, usando la violencia asesinándolos.

En este mismo informe se destacan 10 casos donde la situación sindical ha empeorado de manera significativa atacando a los derechos laborales (que son derechos humanos reconocidos), estos países se encuentran en el listado por diferentes motivos: el debilitamiento o ruptura democrática que viven en estos momentos (Myanamar, Turquía y Túnez), la violencia y prohibiciones ejercidas por un régimen autoritario contra las centrales (Bielorrusia, Bangladesh, Eswatini, Egipto) o el asesinato de líderes sindicales (Filipinas, Guatemala, Ecuador). 

Sin embargo, la situación mundial nos obliga que en este día nos centremos especialmente en la guerra y los ataques a la paz, habiendo múltiples casos que ejemplifican el terror, como es el caso de Ucrania donde llevamos más de dos años asistiendo a una invasión ilegal de Rusia que ha acabado con la vida de cientos de miles de personas, donde el diálogo ha quedado reemplazado por las ambiciones imperialistas del régimen de Putin. Urge promover la salida pacífica y justa de este conflicto, para que la paz y el desarme vuelvan a Europa.

Oriente Medio, región donde los Derechos de los Trabajadores están bajo la mayor amenaza de todo el mundo, vive una inestabilidad y belicismo como no se atisbaba desde hace décadas. El genocidio en Gaza por parte de Israel supone el capítulo más oscuro del siglo XXI y nos enfrenta a la realidad de la debilidad de Naciones Unidas para frenar esta matanza y la apuesta de los Gobiernos Occidentales por deslegitimar el Derecho Internacional que ellos mismos ayudaron a elaborar.

Líbano, Yemen y ahora Siria, son escenario de diferentes conflictos, con diferentes actores, pero con la misma esencia, disputas geopolíticas por recursos y territorios donde la clase trabajadora es una mera espectadora de su propio horror y muerte.

UGT pide al gobierno español que promueva el diálogo y la diplomacia como única solución a los conflictos bélicos buscando tener un papel protagonista en el plano internacional como promotor de la paz, además exigimos a las instituciones europeas que defiendan el Derecho Internacional sin importar quien sea el actor político que lo viole, manteniendo una postura coherente con los principios propios de la Unión Europea.

Mientras la élite económica y política analiza mapas e intereses la clase trabajadora pierde su vida luchando batallas que no les pertenecen.

Es por eso por lo que, desde el sindicalismo y desde el internacionalismo la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores hace una apuesta clara por la paz. Para alcanzar el cumplimiento de la Declaración de Derechos Humanos primero se debe salvaguardar la paz, no hay humanidad sin paz, y, por tanto, en un contexto de guerra no hay lugar a los derechos, que como sabemos son universales sin distinción de raza, clase, género, color, sexo, religión u opinión política y a si lo expone el Artículo II de la Declaración de Derechos Humanos.

Esta cumple hoy 76 años, un texto que recoge la esperanza de la humanidad para construir un mundo mejor.

 

Noticia de UGT Confederal

 

UGT Región de Murcia