El sindicato ha seguido expectante la situación vivida durante las últimas horas y días en la Comunidad Autónoma de Melilla, y demanda soluciones para un problema que no hace más que agravarse.
Desde la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores, lamentamos las muertes ocurridas en el intento de cruzar la valla, así como de las decenas de personas que han resultado heridas a consecuencia de ello, entre ellas, miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en el ejercicio de su labor.
Es preciso señalar que las dos Ciudades Autónomas en cuestión, únicamente, son objeto de atención cuando surgen en los medios de comunicación hechos como los acaecidos, siendo frecuentemente olvidadas en todo lo demás. Sin embargo, lo ocurrido debe llevar a la reflexión de que la política de externalización del control fronterizo, especialmente con determinados países, tiene consecuencias como las que estamos viviendo en las últimas horas. Las redes de tratantes y traficantes no entienden de acuerdos, ya sean o no escritos, y reaccionan con inusual rapidez para seguir obteniendo beneficios.
Desde UGT sabemos que no hay soluciones sencillas a situaciones complejas. Sin embargo, cuando los acuerdos de externalización dejan muertos, heridos y violencia, como sigue pasando con otros terceros países pagados para contener la migración, es más que evidente que algo no está bien. Además, debemos añadir la dudosa o inexistente calidad democrática de algunos de estos países.
Por ello, reiteramos que somos conscientes de la complejidad de esta situación, pero nuestra organización no puede mantenerse callada e impasible ante una situación tan dramática. De hecho, nos preguntamos si ahora, además de haber rebasado la línea roja y habernos acostumbrado a las muertes en el Mediterráneo, también nos tenemos que acostumbrar a las muertes al pie de la valla. Desde luego, desde la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores no lo vamos a hacer, y trabajaremos para que se pueda encontrar una solución a una problemática que no solo afecta al ser humano, si no que nos hace peores como sociedad.