Es necesario un AENC que logre mantener la capacidad adquisitiva de los salarios y proteger los empleos
Fuente: UGT Confederal
Los datos de IPC adelantando del mes de marzo publicados por el INE muestran una tasa anual del 9,8%, máximo histórico desde mayo de 1985, entre otras cosas, debido a la situación bélica en Ucrania, que ha influido especialmente en el incremento de los precios de los productos energéticos, uno de los principales componentes del indicador que, además, afecta a los precios de otros bienes.
Esta situación requiere actuar con una política efectiva de contención de precios puesto que, según los escenarios más favorables, la tasa anual media que se estima para 2022 sería de un 5,9%, mientras que bajo los supuestos más realistas sería del 6,8%. Valores que estarían muy lejos de los que se vaticinaban antes del inicio de la guerra.
En este sentido, es imprescindible que el Gobierno aplique con rapidez las medidas de contención de precios anunciadas y actúe con valentía y rapidez sobre otras cuestiones como el precio de los carburantes, puesto que las medidas adoptadas son insuficientes, o el sistema de formación de precios del sector eléctrico, de manera que los precios medios resultantes del MWh para el consumidor final se sitúen en niveles equivalentes a los anteriores al verano de 2021, cuando empezaron a desbocarse como consecuencia ya de los movimientos especulativos de almacenamiento de gas de Rusia, que sin duda preparaba ya la agresión.
Además, para evitar que el impacto de la subida del nivel de precios lleve a incrementos de la desigualdad o de la pobreza, es indispensable que los salarios mantengan su capacidad adquisitiva y que se protejan los empleos, de no ser así, las peores consecuencias serán para los trabajadores y las trabajadoras. Por ello UGT considera que una reedición del Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva, que contemple las dificultades presentes en las mesas de negociación y que se ajuste a las necesidades de cada sector, empresa y grupo de trabajadores, sería una buena noticia para lograr avances en materia salarial y en el empleo.
Algunos datos
Los datos muestran una tasa anual del 9,8%, máximo histórico desde mayo de 1985. De confirmarse esta tasa cuando el INE publique los datos definitivos el 13 de abril, la tasa anual promedio de los tres primeros meses sería de un 7,8%, un valor muy superior a lo estimado inicialmente. Por su parte, la tasa mensual del mes de marzo sería de un 3,0%.
Otro dato preocupante es el comportamiento de la inflación subyacente, que excluye los componentes más volátiles del IPC, es decir, los productos energéticos y los alimentos no elaborados, y que habría registrado una tasa anual del 3,4%, al haberse trasladado las subidas de costes a otros grupos de bienes como los alimentos elaborados o los bienes industriales no energéticos. Esta sería la mayor tasa anual registrada en la inflación subyacente desde septiembre de 2008.
Las causas de la inflación se encuentran fundamentalmente en las subidas de los precios de los productos energéticos, que han subido más de un 40% desde el año anterior, algo está impactando en otros bienes y servicios e impulsando el nivel de precios a tasas nunca vistas desde hace más de tres décadas. A esto se suman los incrementos en los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas, superiores a los que se dieron hace un año.
UGT reclama la aplicación urgente de las medidas de contención de precios del Gobierno