Con motivo del 22 de abril, Día Internacional de la Madre Tierra, la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores reclama un cambio hacia un sistema productivo y una economía más sostenible, tanto para las personas como para el planeta. Por ello, en este día, el sindicato alza la voz en defensa de nuestro único hogar, que lleva años mandando mensajes de alerta y pidiendo que la sociedad actúe
Fuente: UGT Confederal
El actual modelo de desarrollo y los avances económicos, tecnológicos y sociales han conducido también a una reducción de la capacidad de la Tierra para sostener el bienestar humano actual y futuro. Extraemos muchos más recursos naturales de lo que nuestro planeta es capaz de generar, lo que nos ha llevado a la situación de que actualmente vivimos como si tuviéramos 1,6 planetas.
La emergencia climática, la pérdida de biodiversidad, la deforestación o la contaminación del suelo, el agua y el aire son ejemplos de nuestro impacto en la destrucción del planeta.
La prosperidad de los seres humanos en los próximos años pasa ineludiblemente por la transformación de nuestro sistema de producción y consumo, por el uso racional del espacio finito y los recursos naturales restantes del planeta, así como por la protección y la restauración de sus ecosistemas y su biodiversidad. La ciencia lleva años advirtiendo de que nos estamos quedando sin tiempo, de que necesitamos acelerar la transición ecológica. No hay otra alternativa posible, necesitamos urgencia y ambición.
Por ello, para UGT es fundamental que esta transición ecológica sea justa. Somos conscientes del impacto social y en el empleo que conlleva sobrepasar los límites de nuestro planeta, pero también de la dimensión social y laboral que ha de tener la transición ecológica para que pueda llegar a buen término. La creación de empleo verde y de calidad, la mejora de las condiciones laborales y la búsqueda de alternativas para aquellas personas trabajadoras vulnerables tienen que ser la base de todas las políticas y medidas, porque el éxito de la transformación dependerá del modo en que nuestra sociedad se ocupe de quienes sean más vulnerables y de reducir las desigualdades. Por eso debe hacerse bajo el paraguas de la transición justa. No se puede dejar a nadie atrás, y para ello, los sindicatos tenemos que participar activamente en las políticas climáticas y medioambientales.
UGT reclama un sistema productivo responsable con el planeta